Un tribunal canadiense ha revertido la prohibición del nicab o velos para la cara de las mujeres que juramentan la ciudadanía canadiense. La prohibición del nicab se introdujo del 2011 y ocasionó bastante controversia, haciendo que los críticos la llamaran «ilegal» ya que restringe la libertad de culto y eso está en contra los valores canadienses.
En enero del año pasado, Zunera Ishaq de Pakistán apeló la prohibición y se rehusó a quitarse su nicab, diciendo que violaba sus creencias religiosas. «[La] política requería que ella se quitara el velo en público cuando de verdad no había necesidad, simplemente porque el nicab no era del agrado del [anterior Ministro de Ciudadanía e Inmigración, Jason Kenney]», dijo Naseem Misthoowani, el abogado que representa a Ishaq. «Mi cliente siente que esto establece un peligroso precedente y que el gobierno canadiense no tiene por qué dictar a las mujeres lo que es o no es un código de vestimenta moralmente aceptable».
En la reciente sentencia, el tribunal dijo que el gobierno había ido muy lejos al implementar esa prohibición en el uso de velos faciales durante ceremonias de juramentación de ciudadanía y dijo que la prohibición afectada la obligación legal del juez de ciudadanía para asegurarse que se está otorgando «la mayor libertad posible» a la gente que realiza el juramento de ciudadanía.
El velo o el nicab es una vestimenta usada por algunas mujeres musulmanas y cubre toda la cara, excepto los ojos. El gobierno cree que esto obstruye a los jueces de reconocer a las personas que toman los juramentos de ciudadanía, y que la prohibición era un intento de hacer que los nuevos ciudadanos sigan las normas canadienses. El gobierno incluso se había negado a considerar realizar ceremonias separadas para mujeres que usan el nicab, para que tuvieran que quitarse el velo únicamente en frente a una juez mujer. «A pesar que el gobierno de Canadá valora la diversidad que las personas de todos los orígenes traen al país, es razonable esperar que los candidatos a la ciudadanía que participan en una ceremonia civil pública muestren sus caras cuando reciten la juramentación», decía una declaración emitida por el Ministerio de Ciudadanía e Inmigración.
Sin embargo, los críticos de la prohibición dijeron que reflejaba un «desdén por los valores canadienses». Muchos creen que en vez de alentar la integración, la prohibición creaba una mayor división entre la gente y era probable que haga que la gente «no quiera pertenecer a una sociedad o a una comunidad que no los acepta».
Según Audrey Macklin, un profesor de derecho de la Universidad de Toronto, el veredicto es «un agradable recordatorio que el estatus quo de nuestra ley es respetar la libertad de culto de las personas y que lo que el gobierno tendría que hacer para [para implementar la prohibición] es cambiar nuestra ley para retirar ese aspecto».
Sin embargo, la comunidad musulmana en Canadá está dividida con respecto al tema de la prohibición del nicab. El Director del Congreso Musulmán Canadiense, Munir Pervaiz, apoyaba la prohibición, diciendo que el Islam no requiere que las mujeres usan la burka o el nicab. Él cree que usar nicabs podrían crear una «exclusión dentro de una sociedad inclusiva y creemos que eso está mal».
Por otro lado, las mujeres que usan el nicab creen que esas prohibiciones alientan la discriminación contra ellas. Dicen que a pesar que es razonable pedirles a las mujeres que se quiten el velo durante las revisiones de identificación, no es necesario durante las ceremonias de juramentación. «Entonces, siempre y cuando la mujer no esté ocasionando algo o alguien con sus acciones, no creo que debería prohibirse, debería poder vestirse como quiera», dice Farhana Lakhi, una residente de Toronto que usa el nicab.
El gobierno canadiense está apelando la sentencia.
Fuente: news.yahoo.com