Se espera que el mercado laboral de Canadá vea una tasa de crecimiento plano, ya que las empresas petroleras están reduciendo puestos de trabajo a medida que otros sectores crean nuevos puestos de trabajos. Los despidos en el sector petrolero van a afectar significativamente la tasa de desempleo en la provincia, dicen los expertos.
La economía canadiense ha estado acercándose a la recesión en Alberta debido al colapso de los precios del petróleo, empujando a los empleadores hacia la incertidumbre sobre futuras contrataciones laborales. Como resultado, el trabajo independiente y los trabajos a tiempo parcial están aumentando, a medida que las personas se aferran a alternativas mientras esperan trabajos a tiempo completo.
Los economistas en la Junta de Conferencias de Canadá han dicho que las personas que buscan trabajo pueden tener que esperar hasta el 2016 para «oportunidades laborales sólidas».
«Esto es sólo el comienzo. A medida que los productos de energía reducen las inversiones este año, habrá un efecto dominó a través de toda la economía, y eventualmente afectará el sector de construcción y otros servicios que dependen bastante del sector petrolero y gas para su negocio», dijo David Madani de Capital Economics.
La Junta de Conferencias también cree que los despidos excederán las contrataciones en los meses a venir, y la tasa de desempleo puede aumentar por 6.9% para mitad del año.
Sin embargo, los autores de las políticas del Banco de Canadá son optimistas y piensan que un dólar devaluado podría proporcionar ciertos alivios a través del creciente empleo en Ontario y Canadá Central, donde se espera que la moneda devaluado beneficie las exportaciones. Pero esto no ha convencido a los expertos de la industria, que creen que Ontario no podrá recuperar el éxito industrial para el final del año.
Según Rafael Gomez, economista de la Universidad de Toronto, el mercado laboral puede mejorar si existe suficiente crecimiento económico. «Si se tiene una economía con alto crecimiento, no estamos hablando del crecimiento de mísero uno o dos por ciento, sino de cuatro, y así se puede generar suficientes empresas nuevas y en crecimiento y que tendrían que contratar», dice Gomez. «Esa es la única forma en que vamos a ver un cambios en las cifras de empleo en ese sector, es como si el crecimiento se triplica de sus tasas actuales. Y eso no va a suceder».
Se espera que la economía canadiense crezca a un ritmo de 1.9% este año, según la Junta de Conferencias. «Todavía no hemos visto una mejora en las inversiones. Todavía no hay señales de que estén creciendo. A menos que [Canadá Central] comience a atraer más inversiones, no vamos a ver una gran mejora en el número de trabajos», dice Matthew Stewart, economista de la Junta de Conferencias.
Otra preocupación del mercado laboral es el constante declive de la tasa de las ganancias de los negocios, que tendrá un efecto negativo en los niveles de empleo. El índice de los precios productos del Banco de Canadá se ha reducido en un alarmante 36% en los últimos meses, y esto ha ocasionado preocupación entre los negocios cuyas ganancias tiene una fuerte correlación con el índice.
Muchas empresas de energía y no energía han estado reportando una reducción en las ganancias e incluso pérdidas. La compañía de seguros Manulife ha reportado una reducción del 50% en las ganancias de la semana pasada. «A menos que los precios del petróleo se recupere rápidamente, esto podría reducir las ganancias hasta un 30 por ciento. Si esto sigue, la inversión se va a reducir drásticamente», dice Madani.
Madani cree que si la inversión se reduce en un 10%, esto ocasionará una recesión en la economía. Sin embargo, él espera que ciertos factores positivos reduzcan este riesgo. «La mejora de la economía de los EE.UU. y el bajo dólar canadiense debería ayudar a los exportadores, respaldando inversiones en ciertos sectores diferentes al de la energía».
A pesar que se espera que las exportaciones se beneficien con el dólar más bajo, que también puede mejorar la tasa de inversión de Ontario en declive, esto no ayudará a crear más trabajos. Todo lo que hará es financiar avances tecnológicos, especialmente en la industria automotriz. «Cada año que hemos estado subsidiando los grandes fabricantes de automóviles, ellos han estado reduciendo puestos de trabajo, independientemente de si han estado teniendo ganancias o no», dice Gomez.
El problema con el mercado laboral es que también va a afectar la decisión de Ottawa para invertir o no invertir en infraestructura pública, que se ha dejado de lado durante varios años. Se le ha solicitado a Joe Oliver, el Ministro de Finanzas, invertir miles de millones de dólares en obras públicas para subir la tasa de empleo, pero no lo ha hecho hasta ahorita por miedo a perder superávit federal más allá de un punto. «Este es un mal momento para lanzar un masivo programa de déficit que afectaría la confianza del inversionista e impactaría nuestro historial crediticio, debilitaría nuestra habilidad para resistir más choques internacionales, añadiría a nuestra carga de deuda, reduciría nuestra habilidad para apoyar programas sociales y cargaría a nuestros hijos con nuestros gastos», dijo el ministro.
Fuente: Globalnews.ca